ENTREVISTA A LA GRAN MARISA SICILIA

Últimamente estamos esclavas de otros quehaceres, sin tiempo para nada. Teníamos pendiente  de publicar esta entrevista con una gran escritora y mejor persona: Marisa Sicilia. 
Marisa, siempre generosa, se prestó a que le preguntáramos y aquí va el resultado. Esperamos que os guste y os animamos a leer todos sus libros. 

¿Cómo y cuando empiezas a escribir?

—Comencé hace siete años y recuerdo que también era verano. Nos quedamos un grupo de amigas en un foro. Como todo pasa tan rápido, las redes han ido sustituyendo a los foros, pero por entonces yo no tenía cuenta en Facebook, y menos en Twitter, y no sé si existía Instagram. El caso es que para mantener activa la página, empezamos a traducir fanfics repartiéndonos los capítulos entre todas. Sinceramente mi nivel de inglés no es tan bueno, muchas veces tenía que improvisar, escoger las palabras e imaginar cuál era el sentido. Me gustó tanto que pensé que podía intentar escribir algo por mi cuenta. Y lo hice.

¿Cómo das el salto a publicar?

—Tenía ya varias historias escritas, no me atrevía a llamarlas novelas. Me inspiraba mucho respeto la palabra. Todavía hoy me tengo que obligar a usarla. Pero de entre todas mis «historias», había una que me llevó mucho más tiempo y desde el principio supe que sería especial, creía en ella. La envié al Certamen Vergara-RNR y quedó finalista. Era La Dama del paso y tardé dos años más en verla publicada, pero aquello me puso la miel en los labios y ya me lo tomé como algo personal, mi propia causa.

Escribes histórica y contemporánea ¿en qué tiempo te encuentras más cómoda?

—Me encuentro cómoda en ambas y en las dos me siento condicionada. A medida que vas escribiendo, inevitablemente encuentras tu estilo, la forma de contar que te gusta y en la que mejor te desenvuelves. Pero siempre busco que cada historia tenga el tono y el lenguaje que requieren, que tengan su propia voz y se ajusten al tiempo que narro. Sí me pasa que, cuando escribo histórica, las palabras fluyen más, diría que suenan hasta más bonitas. Pero hay tramas que suceden aquí y ahora y también me llaman y no quiero dejar de contarlas.

Para documentarte ¿recurres a archivos, a libros, a conocidos que saben que dominan el tema?

—Recurro a todo. A libros que leí hace años y a otros que busco a propósito, también a lo que tengo más cerca. En El último baile, cuando empecé a darle vueltas a la idea, no tenía profesión para Andreas. Por ese entonces mi hermano estaba abducido con la arquitectura racionalista del siglo XX, en cuanto te descuidabas te hablaba de Frank Lloyd Wright o de Le Corbusier, y así fue como Andreas acabó siendo arquitecto. Así que todo me viene bien.

¿Cómo nace para ti una novela?

—Depende, a veces se trata de una imagen fija o puede que ideas muy distintas converjan en una nueva, o tengo un principio, pero no estoy muy segura de lo que va a pasar y tengo que escribir para descubrirlo. Cada vez es diferente.

¿Qué no te plantearías escribir jamás?

—Jamás es una palabra muy contundente y me gusta pensar que, si hay un argumento que me atrae, nada me impediría darle forma. Pero por ejemplo, algo que no me veo haciendo es escribir New Adult. No con ese enfoque, al menos. Me pilla lejos.

Un personaje tuyo al que quieras especialmente y otro al que le tengas «cierta manía».

—Los quiero a todos, pero me quedo con Andreas Hermann y, en consecuencia, le tengo cierta manía a Mark Slattery, y si Mark no tiene más protagonismo en El último baile, es porque no me quería arriesgar a que nada ni nadie le hiciese sombra a Andreas.

¿Se te ha rebelado algún personaje?

—Siempre digo que no se rebelan, sino que a medida que los voy conociendo los entiendo mejor. Suele suceder que acaban comportándose de un modo distinto al que esperaba. No siguen mis órdenes, tienen su propia inercia.

Cuando te enfrentas a un «folio en blanco», por decirlo de algún modo, y te cuesta «meterle mano» ¿cómo te motivas?

—Lo que más me motiva es que odio dejar las cosas a medias. A veces te quedas encallada, pero lo único que da resultado es persistir. Ayuda documentarse, porque cuanto más metida estás en el contexto, más fácil es que surjan las ideas, pero también puede venir bien desconectar, descubrir en una película al actor perfecto para hacer de tu protagonista o encontrar la banda sonora que te da el estado de ánimo que necesitas. Todo eso ayuda, pero si no te sientas a escribir y sigues y sigues y sigues, nada funciona.



¿Qué libro te hubiera gustado escribir y cuál no habrías firmado jamás?

—No me hubiera importado escribir Yo antes de ti de Jojo Moyes. Me gusta mucho cómo escribe Jojo, cómo maneja los sentimientos y se atreve a tocar temas muy complicados con respeto y haciendo que te impliques. Nunca te lo ponte fácil, pero a mí me conquista.
Y uno que no firmaría… Pues pese a que reconozco su capacidad para llegar a millones de lectoras que adoran a sus personajes, y tanto como lectora o como autora valoro el mérito que supone, no, no firmaría 50 Sombras de Grey y, ahora que lo pienso, es un seudónimo, así que tal vez E.L. James también tuviese sus dudas.

¿Con qué escritor muerto te tomarías un café?

—Qué difícil. Voy a escoger a Oscar Wilde, porque además de ser un gran escritor, él mismo era un gran personaje.  

¿Con qué escritor vivo harías lo mismo?

—Pues te voy a decir la verdad, como soy muy poco mitómana, con quien de verdad me apetece tomar un café (y espero que sea pronto) es con Claudia Velasco, porque es un amor de persona, una gran compañera y siempre aprendo muchísimo con ella y nos divertimos aún más (y me consta que tú también sabes que es cierto).

¿Cómo llevas las críticas?, (me refiero a las malas)

—Va todo junto, las buenas, las malas… Siempre escuece cuando alguien dice que no le ha gustado nada la historia, que ha odiado a los personajes, que se aburrió o que no le ha parecido creíble. Pero también a medida que llevas más tiempo en esto, asumes que cada novela tiene su lector, que no puedes enamorarlos a todos y que incluso es preferible que hablen mal, pero que hablen. Creo que llevaría peor que pasasen desapercibidas, que no las leyeran.
Me quedo con el lado positivo de los comentarios, que no quiere decir que solo quiera ver alabanzas, sino que tanto los buenos como los malos te ayudan a mirar desde fuera, te dan una visión de conjunto. Solo hay que procurar que los árboles no te impidan ver el bosque.

Recomiéndanos un solo libro tuyo y otro ajeno.

Esa pregunta es cruel. Depende de lo que te apetezca leer, pero si lo que quieres es una historia emocionante, complicada, que se sienta real y que suceda en una época tan atractiva como el Berlín y la Viena de los años veinte y treinta, entonces te diría que leyeras El último baile.
Y uno ajeno… Mara Oliver acaba de publicar Almas de luna, y os la recomiendo porque la forma de contar de Mara deslumbra y engancha. Es una historia de lealtades familiares, de rencores y amores imposibles, con una trama sobrenatural, pero con unos personajes absolutamente reconocibles y queribles. Estoy segura de que os sorprenderá.

Libro que relees (si relees)

—Sí que releo, no tanto como antes, pero me gusta volver a mis libros favoritos. El último que ha sido Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan. Una amiga me lo recordó, lo hojeé y ya no pude resistirme.

Libro que no volverás a leer jamás

—¡Te gusta lo de jamás! XD Hay muchos, muchos libros que ya no releeré, pero me he puesto a pensar y recuerdo que a los ocho o nueve años me dio por leer El viejo y el mar, de Ernest Hemingway. Seguro que no era la mejor edad, pero yo era así y leía todo lo que caía en mis manos sin discriminar.  El caso es que no me digas quién o cómo fue, pero recuerdo que sabía que era muy bueno, o sea que iba con expectativas, y lo leí y… no me pareció nada especial. Y aunque después he leído otras obras de Hemingway, nunca he releído El viejo y el mar, aunque ahora me está entrando curiosidad…

¿Hasta qué punto consideras importantes las redes sociales para publicitar (con éxito) un libro?

—Creo que las redes son imprescindibles para darte a conocer, y que la forma en que lo haces, te define. Hay libros que se venden muy bien con solo poner una imagen sugestiva, otros tienen un recorrido más lento, hay quien busca la polémica, quien está hasta en la sopa y quien tiene un perfil más discreto pero interesante. Es difícil hallar un equilibrio y no acabar saturada. Pienso que es necesario estar presente, aunque no hasta el punto de olvidar que las redes son solo el medio, no el fin.  

¿Alguna novedad que nos puedas anunciar?

—Será ya para el año que viene y lo próximo es actual, con tintes de thriller de acción, dos protagonistas que se salen de lo convencional y un planteamiento que vuelve a ser arriesgado. Confío en tentaros y que los queráis conocer. Voy a hacer todo lo posible por conseguirlo, prometido.

¿Algo más que nos quieras decir?

—Solo agradeceros que me hayáis invitado a vuestro blog, pero sobre todo lo mucho que queréis y defendéis el género. Estoy convencida de que más buenas lectoras (y buenos lectores también) traerán más buenos libros y eso nos beneficia a todos. Gracias enormes.

GRACIAS A TI MARISA. 


Entradas populares